Esuchando ciencia: algunos podcasts gloriosos de divulgación

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En Internet, las herramientas de participación suelen morir de éxito cuando las grandes empresas descubren su potencial comercial, embruteciendo y arruinando la creatividad y espontaneidad de la gente que las ha impulsado en primer lugar.

Por ahora, esto todavía no ha ocurrido en el mundo del podcast; lo cierto es que ahora mismo están floreciendo programas fascinantes a cargo de gente creativa y voluntariosa que dedica muchas horas a la misión de crearlos cada semana, en especial en el campo de la comunicación científica.

Estos son algunos de los mejores podcasts sobre física, astronomía y temas afines que se pueden encontrar actualmente.

Coffee Break – señal y ruído 

Desde el instituto de astrofísica de Canarias, Coffee Break es el azote de la prensa generalista por su falta de rigor científico. Con Cofee Break aprendí, por ejemplo, el principio del Láser de Ockam, que reza así: “la explicación más guay es la más probable”.

El programa incluye un repaso semanal de la actualidad científica, aunque también entrevistas y programas monográficos. Es, quizás, el podcast más completo (y divertido) sobre ciencia que hay en la actualidad.

Cofee Break cuenta con la participación de Héctor Socas, Marian Martínez, Ángel López-Sánchez y Carlos Westendorp entre otros.

Radio Skylab 

La intro con los acordes de Battlestar Galactica ya es en sí misma un sello de garantía de calidad de este podcast.

Sus creadores son, ni más ni menos, que los ilustres blogueros Víctor Machado (Pirulo Cósmico), Daniel Marín (Eureka), Kavy Pazos (Mola Saber) y Víctor R. Ruiz (Infoastro), que se reúnen cada semana también desde Canarias para comentar las últimas novedades de las misiones espaciales en curso y otras noticias sobre física y astronomía.

Hay que ver cuánto saben estos chicos, además de ser bastante cachondos.

Los Tres Chanchitos 

Que no os confunda ni el título ni la sintonía del programa. Los Tres Chanchitos es un podcast tremendamente interesante con un toque matemático.

Clara Grima, Alberto Márquez y Enrique Fernández Borja (el genial Cuentos Cuánticos), tan pronto desentrañan los acertijos de Alicia en el País de las Maravillas como te cuentan la Teoría de Cuerdas así como quien no quiere la cosa. Todos los programas deparan alguna sorpresa; es aquello de “no te desconectarás sin saber una cosa más”.

Astronomía y algo más 

Cada semana y desde Chile, el incombustible Ricardo García Soto realiza una entrevista en profundidad a un profesional de astronomía, profundizando en su área de estudio, su trayectoria y su día a día en el terreno profesional.

Cuando la cosa se pone muy técnica, Soto se encarga de traducir los conceptos más complicados a los no iniciados, al tiempo que siempre consigue contagiar su genuina pasión por la astronomía a los oyentes.

Desde el Sur – explorando el cosmos

Por desgracia, este podcast ya no sigue adelante, pero no quería hablar sobre el tema sin mencionarlo. El argentino Ricardo Sánchez nos deleitó durante años con su fantástico programa que era divulgación pura y dura.

Él mismo explicó en el último episodio de hace algunos meses que no podía seguir dedicando tantas horas a realizar el podcast, y que lo hacía todo él solo: documentarse, escribirlo, editarlo…

Por suerte, sus programas siguen disponibles en la red para todo aquel que quiera ampliar su cultura científica.

Sirva esta reseña de homenaje al magnífico trabajo de Sánchez y de todos los “podcasteros”.

TRES IMÁGENES PARA EXPLICAR EL ORIGEN DEL UNIVERSO

Aparecen una y otra vez en la mayoría de documentales, conferencias y vídeos de divulgación sobre cosmología y temas relacionados con el origen y el destino del universo. Al final, de tanto verlas, creo haber aprendido algo sobre ellas ;).

1 – Ultra Deep Field (Hubble)

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Es la fotografía realizada por el telescopio Hubble de las galaxias más distantes jamás observadas.

Pero en astronomía mirar lejos es mirar atrás en el tiempo. La luz emitida por las10.000 galaxias de esta imagen se originó hace 13 mil millones de años, “tan solo” unos 800 millones de años tras el Big Bang.

Nunca antes el hombre había “viajado” tan lejos en el espacio y en el tiempo.

2 – Radiación de fondo de microondas

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Se trata de la radiación de microondas que nos llega como el eco de la gran “explosión” del Big Bang…¡La misma radiación que provoca el ruido en una radio mal sintonizada!

Varios científicos experimentales midieron esta radiación de fondo proveniente de todos los puntos del espacio para formar este mapa, o atlas, del universo primordial.

Los distintos colores de la radiación indican pequeñas variaciones de temperatura en las distintas regiones de un universo en el que ni siquiera existían las partículas de materia. Lo más significativo de esto es que, en las simulaciones informáticas, las zonas más calientes se corresponden con las ubicaciones donde se formaron posteriormente  galaxias y clusters de galaxias.

Por lo tanto, el mapa de la radiación de fondo cósmica no sólo sería la mejor prueba del Big Bang, sino también de la teoría inflacionaria del cosmos, de la que hablaremos a propósito de la tercera imagen.

Por cierto, uno de los teóricos más importantes de la teoría de la inflación, Andre Linde, dijo (durante una reciente charla en el Seti Institute) que tras ver el mapa de la radiación de microondas pensó que nunca más volvería a considerar menos importante el trabajo de los físicos experimentales en relación con el de los teóricos…Ya que jamás pensó que pudiera haber pruebas experimentales de su propia teoría.

3. Esquema de la evolución del universo

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Esta ilustración muestra que tras el Big Bang hubo un periodo de crecimiento exponencial del universo, durante el cual el mismísimo tejido del espacio dobló su tamaño una y otra vez a cada instante; estamos hablando de la inflación cósmica.

La consecuencia más alucinante de la inflación es que , si lo he entendido bien, las fluctuaciones cuánticas primordiales también crecieron exponencialmente, y al final del proceso quedaron “congeladas”, dando lugar al comportamiento físico del mundo macroscópico. Se entendería así  por qué hay tal disparidad entre las leyes de Newton y Einstein para “objetos grandes” y las de la física cuántica para las partículas sub-atómicas.

El otro momento de la ilustración que llama la atención es el que le da forma de campana al esquema, que indica la evolución en los últimos millones de años. El universo se estaría expandiendo de forma acelerada incluso ahora mismo, esto los físicos lo saben por pruebas experimentales, pero lo que no saben el por qué.

Una buena parte de la comunidad científica apuesta por la existencia de una energía oscura repulsiva que estaría apartando a las galaxias entre sí. Pero sobre la naturaleza y el funcionamiento de esta energía oscura no se sabe mucho por ahora. Un físico dijo un día medio en broma que cuando los científicos no tienen ni idea sobre un fenómeno le añaden el adjetivo “oscuro” y se quedan tan a gusto…

Pero lo cierto es que no se quedan a gusto hasta encontrar respuestas, nuevas imágenes que expliquen el origen y destino del universo.

Teorías científicas radicales sobre el universo (que he conocido mirando videos en Internet)

Divulgadores como Carl Sagan o Isaac Asimov realizaron un impagable trabajo dando a conocer los fundamentos de la ciencia al gran público. Ellos tradujeron magistralmente las ecuaciones y fórmulas matemáticas en enunciados comprensibles para los que carecemos de conocimientos matemáticos y físicos.

Desde los tiempos de estos dos gigantes de la divulgación se han realizado nuevos e importantes avances y descubrimientos en relación a la física en mayúsculas, la que intenta contestar a las preguntas fundamentales del universo.

En el mundo subatómico, el gran colisionador de partículas europeo ha confirmado la existencia de la partícula de Higgs, mientras los cosmólogos elaboran teorías alrededor del aumento de la expansión del universo descubierto en 1998.

Internet proporciona ahora una nueva vía de acceso a documentales y conferencias que divulgan estas nuevas, y a veces radicales, teorías:

Vivimos en un universo con 11 dimensiones formado por supercuerdas

El gran problema al que se enfrenta la física desde los tiempos de Einstein es que la teoría de la relatividad (que explica el universo a gran escala) y la teoría cuántica (que explica los componentes y funcionamiento del mundo a escala de las partículas fundamentales), no son compatibles cuando se intentan explicar fenómenos como los agujeros negros o el mismísimo Big Bang, en los que intervienen tanto los elementos más pequeños como los más grandes.

En este contexto, la teoría de las supercuerdas (o teoría M) intenta unificar las teorías de la relatividad y cuántica en una sola “teoría del todo”, capaz de ofrecer una sola respuesta al funcionamiento del mundo tanto a nivel subatómico como galáctico, o lo que es lo mismo, unificar la gravedad y las 3 fuerzas que gobiernan las partículas (electromagnética y nuclear débil y nuclear fuerte).

Según esta teoría, los componentes fundamentales de la naturaleza serían unas diminutas cuerdas vibratorias; el modo en que vibran estas cuerdas determinan las distintas propiedades de las partículas fundamentales que forman los átomos y la materia, así como las partículas que “transportan” las cuatro grandes fuerzas de la naturaleza.

Es una hermosa teoría, porque explicaría la diversidad del mundo en forma de “música”, el universo sería una especie de sinfonía cósmica determinado por las distintas vibraciones de las cuerdas en el espacio-tiempo. Sin embargo, para que las ecuaciones de la teoría funcionen, los teóricos han necesitado describir nuestro universo con 10 dimensiones espaciales más una temporal. Las dimensiones adicionales serían demasiado pequeñas para ser vistas y estarían “enrolladas” en el espacio-tiempo, a diferencia de las tres dimensiones espaciales que conocemos que estarían “desplegadas” en el espacio.

Este documental* lo explica de modo muy gráfico:

*Brian Greene es un físico experto en la teoría de cuerdas y el divulgador más importante de la teoría de las supercuerdas, sus libros y documentales han llegado a ser tremendamente populares.

El universo elegante (español)

 

 

De once a dos dimensiones: vivimos en un holograma ( El principio holográfico )

 

Stephen Hawking planteó en los años 70 que la información contenida en la materia que cae en los agujeros negros se pierde para siempre cuando el agujero negro se evapora.

Algunos físicos como Leonard Susskind se pusieron las manos a la cabeza porque uno de los principios básicos de la física es que la información jamás desaparece, no puede ser destruída, de modo que pusieron toda la artillería en marcha para solucionar la paradoja de Hawking.

Descubrieron que cuando un objeto cae en un agujero negro, la información que describe a este objeto queda “registrada” bidimensionalmente en el horizonte de sucesos de dicho agujero, o sea, en el perímetro que rodea a la singularidad del agujero negro en el que tiempo y espacio llegan a su fin. Sugirieron que el horizonte de sucesos es como un holograma en el que la información de los objetos tridimensionales está altamente codificada en dos dimensiones.

Ahora bien, ¿qué tiene que ver esta idea tan abstracta acerca de los agujeros negros con el universo en su conjunto? La idea es que nosotros tenemos nuestro propio horizonte de sucesos: el universo observable.

Para nosotros, el cosmos es el conjunto de todas las estrellas y galaxias que podemos llegar a ver con los telescopios más potentes. Pero más allá de lo que podemos ver hay otro cosmos que jamás podremos observar porque está tan lejano la luz que emite a 300.000 km/s ni ha llegado a la tierra ni llegará nunca, porque las galaxias se alejan unas de las otras de forma cada vez más acelerada.

En cierto modo pues, el cosmos no observable puede describirse como un agujero negro, en el sentido que no tenemos acceso a él; sin embargo, quizás el universo observable (y nosotros mismos) sea una representación tridimensional holográfica de una realidad bidimensional. ¿Se entiende? Yo tampoco, mejor escuchar a los teóricos del Principio Holográfico.

El mundo como holograma (inglés)

 

Una fina capa de realidad: el universo como holograma (inglés)

 

Vivimos en uno de múltiples universos paralelos: cosmología inflacionaria y multiverso

 

A principios de los años 80, Alan Guth anunció su teoría del universo inflacionario según la cual, en los primeros instantes tras el Big Bang, una energía repulsiva provocó una rápida expansión exponencial del universo.

Por su parte, los físicos Andrei Linde y Andreas Albrecht fueron más allá y propusieron que esta energía repulsiva podía ser la la responsable del constante nacimiento de universos dentro de un hipotético multiverso, en una imagen similar a la de las burbujas de jabón en una bañera sin principio ni fin. En esta bañera, nuestro universo sería una burbuja más.

En su momento nadie hizo el menor caso a esta teoría; incluso Alan Guth se quedó dormido mientras Andrei Linde le explicaba su razonamiento! Pero varios descubrimientos en las últimas décadas han dado un nuevo empujón y más adeptos a la teoría del multiverso.

Quizás el más destacable fue el descubrimiento empírico, en 1998, de que la expansión del universo se estaba acelerando; o sea, que las galaxias más lejanas se están separando  de nosotros a mayor velocidad que las galaxias cercanas. Este sorprendente hecho forzó a los científicos a introducir un nuevo tipo de energía: la energía oscura (otra vez una fuerza repulsiva) para explicar la expansión. Aunque los físicos todavía no saben qué es exactamente la energía oscura, sí se sabe que ésta constituye nada menos que el 74% de nuestro universo, pero lo más importante es que su valor está tan finamente ajustado que, si este valor fuera ligeramente inferior o superior, el universo tal y como lo conocemos no se hubiera podido formar.

¿Cómo podemos ser tan afortunados como para vivir en un universo con todos los valores, de la energía, de las masas de las partículas, de la gravedad, en el punto exacto para que puedan formarse estrellas, planetas y la vida? Bien, según la teoría del multiverso, en otros universos hay otros valores y leyes físicas, en algunos ni siquiera existe la materia tal y como la conocemos. Y luego hay algunos universos tan similares al nuestro que hay duplicados de nosotros mismos aunque quizás con ligeras variaciones. En definitiva, hay tantos universos como opciones posibles.

El tejido del cosmos: universo o multiverso (inglés)

 

Vivimos en una simulación informática

 

La teoría de la simulación informática es la expresión extrema de la teoría del multiverso: si tantas opciones son posibles, es extremadamente probable que haya universos con civilizaciones mucho más avanzadas que la nuestra. Algunos teóricos han usado probabilidades matemáticas para sugerir que en este caso habría una posibilidad muy alta de que estas civilizaciones realicen simulaciones informáticas para recrear la historia de sus ancestros y que quizás, sólo quizás, nosotros mismos, nuestro universo entero, sea la una simulación informática de proporciones cósmicas.

Lo que todavía no sabemos: ¿somos reales? (subtitulado español)

Rebooting the Cosmos: Is the Universe the Ultimate Computer?